Reflexiones

Reflexion Pastoral 12 de abril

LA GLORIA DE DIOS 

CREANDO UNA ATMÓSFERA DE ADORACIÓN PARA TRAER SU PRESENCIA

FORMAS DE ALABAR A DIOS: 1.  La utilización de instrumentos Musicales como el arpa, las flautas, los panderos, tamboriles, etc. 2. El Canto Esta práctica la podía hacer una sola persona o varias. 3.  La Danza. Es la forma en que se puede expresar alabanza a través de los miembros del cuerpo. 4.  Grito de Júbilo Esta es una forma de exclamación, o sea, una forma de alzar la voz con alegría.  La palabra hebrea HILEL significa gritar en voz alta, o dar un grito, especialmente un grito de alegría.  Quizás esta forma de alabanza no sea muy utilizada en las iglesias, pero de todos modos es válida y agradable a los ojos de Dios.  En la Biblia también encontramos cómo los sacerdotes quienes dirigían la alabanza, ordenaban al pueblo dar gritos de júbilo:  Salmo 47: 1b. Aclamad a Dios con voz de júbilo 5.  Palmear, Es decir, batir las manos, es otra forma de alabanza a Dios; casi siempre esta acción acompaña a la música, el canto y aún la danza, es una expresión de alegría de un corazón contento y agradecido al Señor.  En el Salmo 47: 1. Pueblos todos, batid las manos; Aclamad a Dios con voz de júbilo. El salmista ordena al pueblo a que batan sus manos en alabanza a Dios. Nosotros los hijos de Dios debemos vivir en alabanza a Dios para que todas las bendiciones prometidas para los que alaban a Dios sean sobre nosotros, y además de esto, seremos un testimonio a las personas que no conocen a Dios, ya que cuando alguien presencie nuestra alabanza, pueda entender que somos personas distintas que mostramos a un mundo triste que Dios está con nosotros por medio de la armonía, la unidad, el amor y el gozo que sólo puede dar el Dios de la Creación. Salmo 22:3. Pero tú eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel.  ¿QUÉ ES ADORACIÓN? La adoración es más que una declaración, es una actitud sincera de humildad, reverencia, respeto y temor del Señor. En nuestra adoración, Jesús debe ser coronado. Él debe ocupar el trono de nuestras vidas (el lugar santísimo dentro de nosotros) Sabemos que la fe es el músculo que crece cuando se ejercita. La adoración trabaja de una manera similar; siempre hay espacio allí para ir más profundo. La adoración también puede expresarse con una postura física, como inclinar la cabeza o el cuerpo, arrodillarse o postrarse ante el Señor. Si nuestra adoración es sincera y humilde, se volverá algo que va más allá de cantar o hablar con Dios; se convertirá en una actitud que puede ser expresada incluso a través del contacto con otros, como por ejemplo un abrazo, a través del cual transmitimos todo lo que fluye de nuestra relación de adoración con el Padre. El nivel de adoración de una iglesia determinará su nivel de revelación y manifestación de la gloria de Dios. Las personas que adoran en espíritu y verdad se abren paso hasta la atmósfera de eternidad, donde el centro de atención ya no es ellos mismos sino Dios.  En Su presencia no se preocupan por lo que sienten o experimentan. Saben que se Dios requiere adoración, y es convicción supera toda situación temporal. La adoración no es un sentimiento sino una actitud expresada por uno que sabe que, sin Dios nada es. Cuando Jesús vino a la tierra, hace muchos años, el vino para traernos muchas cosas del Padre y una de ellas fue un mensaje. “SE BUSCAN ADORADORES” Juan 4: 23. Continuará la próxima semana